martes, 17 de febrero de 2015

De película

En el cine y la televisión existen muchas situaciones que parecen graciosas e irreales, hoy quiero contarte una que le sucedió a una amiga.

 Durante varios días mi amiga, a quien llamare Gina, expresó de diferentes formas una incomodidad que aconsejé insistente mente en que tratara un profesional y que ella ignoro en todas las ocasiones. Aproveché un momento de debilidad para hacerle apartar una cita su ductor de confianza, el doctor Diaz.

Al día siguiente la acompañe al consultorio del doctor, quien resulto ser una ginecólogo, y esperamos hasta que un joven salió con una tablilla y la llamo, al ver la placa en su pecho pude leer Doc. Diaz pero al ver la cara de Gina podía verse que estaba sorprendida y ruborizada, pero eso no le impidió entrar al consultorio.

Algunos minutos después Gina salió del consultorio y nos marchamos, ya en casa me explico lo sucedido. El chico que la atendió es el hijo de su doctor de confianza, resulta que también se congregan en el mismo sitio y uno de los pocos hombres que le gusta.

En lo personal me ha parecido una situación muy graciosa y de la cual aun me burlo, por lo que le pedí permiso para escribirla.

Antes de acabar este escrito, quiero aclarar que Gina es como le llame a mi amiga en este escrito, no es como realmente se llama.

sábado, 14 de febrero de 2015

Plaggio 88

Lamentablemente perdimos la tira anterior así que sólo pudimos seguir hasta la siguiente tira. (No hubo tira la semana pasada, se perdió)

martes, 3 de febrero de 2015

Ella y él 2

Pasaron varias semanas en las que ELLA no hablaba mucho y pasaba casi todo el tiempo en su habitación. Un día lo decidió, reunió a aquellos que aun quedaban a su lado para una cena especial, paso toda la tarde preparando los platos predilectos de cada uno de ellos, su estrategia era simple e evidente, les diría a todos lo que le estaba sucediendo y esperaba que paran la amarga noticia con sus platillos favoritos.

ELLA se sentó a la cabeza de la mesa, con su hermano de un lado y con ÉL del otro. Al inicio todos veían el plato de ÉL, pues solo tenía unas latas de atún y algunas galletas de soda mientras que ellos tenían platos muy elaborados.

Cuando todos estaban en silencio y por comenzar a comer, ELLA lo dijo, luego se miraron entre ellos y empezaron a pronunciar las preguntas obvias. ÉL se levanto, tomo su plato y se fue a la cocina, ELLA trato de responder sus preguntas y calmarlos, pero al ver que no podía, tomo su plato y tal como lo había servido hace unos instantes lo metió en la nevera, tomo una taza con lo que parecía una salsa que ÉL estaba preparando, una bolsa completa de galleta de soda que estaba junto a la taza y se sentó en la parte delantera de la casa; el resto de los comensales hicieron lo mismo que ELLA.

Después de esa noche, el silencio se apodero de la casa durante algún tiempo y no mejoro cuando la quimio empezó pues todo volvió a principio, ELLA se en cerro en su habitación y ÉL de forma desesperada buscaba la razón por la cual ELLA se comportaba así o el cómo podía ayudarla. Una tarde, al verla llorar frente a su espejo lo entendió, era el hecho de haber perdido su hermosa y muy cuidada dorada cabellera, como respuesta ÉL fue al baño y se corto el cabello, sin importarle como quedaría y luego le invito a dar una vuelta.

La tranquilidad de la casa se vio destruida cuando ELLA empeoro y termino en el hospital, ÉL estuvo todo el tiempo que se le permitía con ELLA. Pasaron varias semanas en lo que ELLA llamaba “el pre velatorio”. Siempre había alguien con ELLA y por lo generar era ÉL o su hermano, pero esto termino una tarde de octubre.

Después de que ella se marchara, ÉL continuo con su vida comiendo atún cuando las cosas no van bien y recordando la cada vez que puede.